¡Un episodio nuevo cada lunes!
Transcripción de Comic
Pánel 1
EPO: Esto es lo más cercano que deberíamos acercarnos al remanente de la supernova.
Alkina: Veamos si hay alguna señal…
Pánel 2
Alkina: …Sí, justo lo que me temía.
Beggrin: ¿Qué pasó?
Alkina: El satélite está del otro lado de la onda de choque.
Pánel 3
Alkina: Beggrin, talvez deberías detenerte de algo.
Beggrin: ¿Perdiste el uso de razón?
Pánel 4
Narrador: aaaaaaaaahhh
Pánel 5
Alkina: Accediendo al satélit…¡tenemos las coordenadas del tesoro!
¿Qué significa eso?
Onda de choque (estelar) – Es la onda de material en expasión que ha sido expulsada por una explosión de supernova y que a su vez barre el material interestelar que encuentra en su camino. Estas ondas pueden viajar a muchos miles de kilómetros por segundo.
¡En nuestra lengua por favor!
En una explosión de supernova, las capas exteriores de una estrella son violentamente expulsadas de la estrella a velocidades supersónicas. Estas ondas de choque pueden viajar a velocidades de más de miles de kilómetros por segundo, y mientras se expanden, embisten el gas y el polvo que se encuentra alrededor de la estrella. Los fuertes choques causan que el gas sea calentado a temperaturas de millones de Kelvin. Después de mucho tiempo, tanto material ha sido barrido por las ondas de choque que empieza a disminuir su velocidad, y conforme pasa el tiempo, irradia toda la energía al espacio (así es como vemos los choques). Todo lo que queda es un remanente de supernova, una burbuja caliente compuesta de elementos pesados y de las capas exteriores de la estrella y el material circundante que ha sido barrido.
El área recorrida por las capas en expansión puede ser muy amplia. Uno de los remanentes de supernova más famosos en nuestra galaxia es el Rizo del Cisne. Tiene un diámetro estimado de aproximadamente 50 años luz. Aun cuando cubre una extensión en el cielo de más de 36 veces el tamaño de la luna llena, es demasiado tenue para verse a simple vista. Sin embargo, aun hoy en día emite radiación de rayos X, y las imágenes en el rango visible tomadas con un largo tiempo de exposición muestran filamentos tenues que son los únicos restos visibles de los choques, que en otro tiempo fuesen muy poderosos.